Sentencia de divorcio injusta, ¿y ahora qué hacemos?
Descubra como un juez con buenas intenciones puede dictar una sentencia de divorcio injusta para casi toda la familia afectada
Vaya por delante que los jueces intentan siempre dictar la resolución más adecuada para cada caso, lo cual no obsta para que de vez en cuando nos topemos con algo como la sentencia de divorcio injusta a la que voy a referirme, y que obviamente tengo intención de apelar.
Les explico por encima la cuestión (he variado algún dato, para que nadie se sienta identificado, pero en lo esencial las cosas se desarrollan tal como se narran). Nos encontramos ante el divorcio de una pareja con más de veinte años de matrimonio a sus espaldas. Tienen una hija mayor de edad, pero con síndrome de down, y un hijo de dieciéis años. El marido es propietario de una empresa mediana/grande bastante conocida en la zona, la mujer -que en la actualidad cuenta con casi sesenta años- dejó su trabajo para ocuparse de la hija mayor.
Tiene el matrimonio en propiedad -con la hipoteca pagada- una casa de más de trescientos metros cuadrados en una de las zonas más lujosas de Tenerife, y la esposa cuenta con un apartamento chiquitito fruto de una herencia en una localidad situada a hora y media de trayecto con relación al domicilio conyugal.
En la demanda de divorcio la esposa pide la custodia del hijo menor, una pensión de alimentos para mantener a los niños, el uso del domicilio conyugal y una pensión compensatoria para ella, ya que a su edad y tras no haber podido trabajar por dedicarse a sus hijos no tiene posibilidad de reincorporarse al mercado laboral.
Bien, pues el juez dicta lo que yo entiendo una sentencia de divorcio injusta: concede una custodia compartida respecto del hijo pequeño, estando una semana con cada padre. Y como la hija mayor tiene una mejor relación con el padre le atribuye a éste el uso del domicilio conyugal, indicando a la esposa que se mude al apartamentito, asignándole una pensión compensatoria de 250 euros por tres años.
Es decir, esta sentencia de divorcio injusta lo que consigue es rizar el rizo: dicta una custodia compartida de un hijo y otra monoparental de otro, mantiene al marido millonario en la mansión y exilia a la madre que renunció a su vida profesional por sus hijos a un apartamento apartado del lugar donde estudian éstos, en un apartamento no apto para que éstos pernocten con ella y sin los medios económicos no ya tan sólo para que mantenga a sus hijos, sino imposibilitando que ella misma pueda cubrir sus necesidades básicas.
Obviamente, esta sentencia de divorcio injusta hará imposible que la esposa pueda hacer frente al régimen de custodia compartida, por lo que de confirmar esta sentencia la audiencia no tardará el esposo en pedir una modificación de medidas, solicitanto la custodia exclusiva del hijo menor.
Y conste, como he dicho al principio, que creo honestamente que el juez ha pretendido velar por el interés de los hijos, tratando de que la hija discapacitada no salga de su domicilio habitual, pero cabe preguntarse si la renuncia que muchas madres han venido haciendo por sus hijos, renunciando a tener un futuro profesional en aras de que los niños no estuvieran desatendidos, se merecen un fin que no tendría ni la chacha peor pagada del mundo, que al menos gozaría de una seguridad social, unos años cotizados y un derecho a desempleo.
Lamento que este artículo no tenga el mismo componente didáctico que otros, pero reconozco que no puedo permanecer impasible ante una sentencia de divorcio injusta como la que les he relatado.