La pensión de alimentos, ¿qué debo saber?
¿Cómo calcular cuánto pagar por la pensión de alimentos en un procedimiento de divorcio o guarda y custodia? ¿hasta cuándo pagar la pensión alimenticia?
La pensión de alimentos (o pensión alimenticia) es -dicho en pocas palabras- la cantidad de dinero con que el progenitor no custodio ha de contribuir a los gastos de los hijos comunes que no sean económicamente independientes. Esta definición ya de por sí introduce una serie de conceptos que hemos de tener en cuenta.
Para empezar, hemos de saber lo que es un progenitor no custodio. En un procedimiento de divorcio o guarda y custodia (cuando los padres no están casados) normalmente se atribuye la custodia de los hijos comunes a uno de los dos padres. Esto se conoce como custodia monoparental, por contraposición con la custodia compartida, en que cada padre está más o menos el mismo tiempo con sus hijos. Pues bien, cuando se da una custodia monoparental implica que un progenitor pasará la mayoría del tiempo con sus hijos, y el otro tendrá un derecho de visitas más esporádico. Como esto entrañaría que un padre tendrá mayores gastos a la hora de satisfacer las necesidades básicas de los menores, la pensión de alimentos viene a compensar este desequilibrio obligando al progenitor que no tiene la custodia a pagar una cantidad determinada de dinero.
Hemos de tener en cuenta que la pensión de alimentos viene a cubrir los gastos habituales de los hijos, esto es, los que presentan una periodicidad en el tiempo, los que son previsibles (alimentación, ropa, colegio, etc), en cambio no cubre los gastos extraordinarios, estos que son imprevisibles y que no tienen tendencia a repetirse en el tiempo (una ortodoncia, unas gafas, etc)
Además la pensión alimenticia procede mientras los hijos sean económicamente dependientes. Esto es -y contrariamente a lo que piensa mucha gente- la obligación de pago no se extingue cuando los hijos cumplen los dieciocho años, sino cuando éstos ya alcanzan una independencia. Hoy día, en tiempos de crisis, es complicado establecer en qué momento un hijo tiene un trabajo precario o cuando podemos entender que ya se puede valer por sí mismo. También hay que tener en cuenta si esa situación de «no independencia económica» es ajena a la voluntad del hijo, esto es, que éste no se dedique a postergar el momento de empezar a trabajar o estudiar a fin de seguir viviendo de la «sopa boba».
A la hora de calcular la pensión de alimentos que se ha de pagar se deben tener en consideración diferentes factores: los ingresos de cada progenitor, el número de hijos, los gastos que éstos habitualmente presentan, la existencia de hijos ajenos a la relación, los diferentes gastos que tenga cada uno de los padres, etc. Aunque la decisión acabará siendo tomada por cada juez, el Consejo General del Poder Judicial ha publicado una aplicación en la que introduciendo determinados parámetros nos calcula qué cantidad sería la aconsejable en concepto de pensión alimenticia.