Divorcio unilateral: cuando la negociación no es posible
¿Qué es, cuánto tarda, cuánto cuesta y qué trámites implica el divorcio unilateral? ¿Y si desconozco el domicilio de mi cónyuge o vive en el extranjero?
Todo divorcio empieza a tramitarse por una demanda, pudiendo estar ésta autorizada por ambos cónyuges o sólo por una, en cuyo caso estaremos ante un divorcio unilateral. Por lo tanto, este tipo de procedimientos equivale en casi todos los casos a lo que conocemos como divorcio contencioso.
Por contraprestación, el divorcio de mutuo acuerdo o divorcio express implica que los esposos han llegado a una serie de acuerdos sobre los derechos y obligaciones que regirán su separación, tales como quien ostenta la custodia de los niños, si procede o no pensión de alimentos y compensatoria y en qué cantidades se fija ésta, quién utilizará el domicilio conyugal, si se procede a dividir los bienes y deudas del matrimonio, etc. Todos estos acuerdos se plasman en un convenio regulador, el cual se acompaña a la demanda de divorcio de mutuo acuerdo. Esta demanda amistosa, al no tratarse de un divorcio unilateral, no tiene demandante y demandado, sino dos demandantes que además comparten abogado y procurador.
Huelga decir que el divorcio de mutuo acuerdo es mucho más rápido y económico que el divorcio unilateral o contencioso, amén de menos traumático.
Pero en ocasiones no es factible alcanzar acuerdos, bien porque los esposos tienen pretensiones irreconciliables sobre las cuestiones que regirán su divorcio, bien porque uno de los dos está ilocalizable. Este último caso es habitual en matrimonios con residentes de otros países, que tras la ruptura vuelven a sus lugares de origen y luego es comlicado concertar con ellos la forma de proceder al divorcio.
En cualquiera de estos dos casos, empero, se ha de iniciar un procedimiento de divorcio unilateral. El mismo comienza por una demanda en la cual, a falta de convenio, se recogen las pretensiones del demandante, mediante firma de abogado y procurador. Dicha demanda es trasladada al otro cónyuge, momento en que varía el tratamiento en función de si el demandado tiene domicilio conocido o no.
Si el cónyuge está en paradero desconocido, se indicará en la demanda, junto con la información o datos que pueda permitir al juzgado encontrarlo. Lo habitual es que el juzgado acceda a su sistema informático, conocido como Punto Neutro Judicial, que les permite hacer una consulta cruzada le los datos de la agencia tributaria, la policía, el catastro y el instituto nacional de estadística, así como todas las entidades bancarias. Si de dicha búsqueda aparecen direcciones del demandado, se le trata de citar en las mismas. Si es encontrado, el procedimiento sigue como si fuera un divorcio contencioso. Si finalmente no se le encuentra pueden pasar dos cosas: si no hay menores ni bienes afectados por el divorcio unilateral, se dicta sentencia estimando la demanda, y la misma se publica en el boletín oficial de la provincia. Si existen menores, se sigue un procedimiento en rebeldía del demandado, el cual es citado por edictos al juicio, el cual se celebra en su ausencia.
Si el demandado está en paradero conocido, como digo, se le da copia de la demanda de divorcio unilateral, y se le concede un plazo de veinte días hábiles para contestar la demanda con un abogado y procurador. Tras dicho trámite, se celebrará el oportuno juicio de divorcio contencioso.
Normalmente un divorcio unilateral tarda unos cinco meses en salir (salvo que las tareas de búsqueda del demandado se prolonguen) y tiene un coste que -dependiendo del despacho que contrate- oscila entre los 700 euros y los 1.500, sin contar el procurador, que cobra unos 150 euros adicionales.